Con ese Maíz no hay País.

Yo maiceo, tu maiceas, el maicea... bello verbo! Palabra bonita expulsada recientemente del gran orificio bucofaríngeo del Cardenal Juan Sandoval Íñiguez cuando dijo que, los Ministros de la Suprema Corte de Justicia fueron maiceados por el gobierno del D.F. o sea, sobornados (que es la acepción para éste caso) para que aprobaran la adopción de niños por parte de matrimonios gay. Pues ahora el personaje Cardenalesco éste tendrá que responder con pruebas en sus pulcrísimas manos ante el Tribunal Superior de Justicia. La pregunta sería: ¿en realidad tendrá pruebas contundentes del famoso Maiceo? Obviamente que no tiene pruebas, pero como se siente protegido -y probablemente lo esté- por la gran divinidad, pues le vale -orasique- Máiz y le da por decir lo que se le hinchan sus sacrosantas partes blandas. ¿Que gran preocupación para los clérigos éstos asuntos, no? ¿cual será el principio de ésta preocupación? ¿temerán quedarse sin feligreses en un futuro no muy lejano? ¿temen a que ya no se les deposite limosnas en las canastitas de sus iglesias? ¿que ya no haya chamacos para sus cuates pederastas? ¿temen a que éste fin e semana pierdan los Jaguares de Chiapas?? ¡¡¡Amiguito, no te pierdas el siguiente capítulo donde habrá más emoción, aventura, dientes rotos, y chance hasta una sabrosa y ovípara maiceada!!!