Que barbaridad!... generalmente nunca es bueno sentir pena ajena, pero ésta vez hasta la persona mas insensible se puede dejar arrastrar por ese sentimiento. Santiago Creel hizo todo lo posible por colocarse en el gusto de sus compañeros de partido, mediante los comerciales transmitidos por televisa, con la que siempre hubo permutaciones de publicidad a cambio de permisos para casas de juego... otra vez Que barbaridad!... cuando de plano se sintió fuerte la pena, fue cuando en el debate “trató” de exponer su “rollito”, hay que llamarle así porque ¡¡no convenció a nadie!! Imagínense ¡Ni siquiera los de su partido votaron por él!!. Que pésima visión de un “secretario de gobernación”, título ostentado por el único mérito de ser objeto del mas puro dedazo!, de haber sido visionario, se habría dado cuenta de que lo único que nos podría dar a los mexicanos sería lástima!!
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